Mi Retrato

  Esta historia comienza cuando nuestro personaje se había cansado del peso de la vida, era tanto para llevarlo hacía tanto tiempo él solo. Tenía en ese entonces menos años de los que creí, entonces hizo lo que cualquier joven cansado de vivir hace, buscó ir en contra de todo sin saber hasta dónde eso podía llevarlo, hoy sé que lo llevo más lejos de lo que creí capaz en aquel entonces.

   Un cierto día, me deparé con una historia que todos a mi alrededor parecían conocer "El Retrato de Dorian Gray" era el nombre de dicha historia, no tenía idea de que se trataba, pero, amante de los libros, no podía dejar de conocer uno tan renombrado, lo compré, lo guardé por un tiempo y luego lo leí. Me enamoré del libro ya desde la nota del autor, decía Wilde al final de dicha nota:
"A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire.
La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente.
Todo arte es completamente inútil."
   Al pasar las líneas y páginas amaba cada vez más la historia y sus personajes, me dejaba cautivar por la charlatanería de Lord Henry, tal como Dorian lo había hecho capítulo a capítulo, me enamoraba de la inocencia lentamente corrompida de Gray y soñaba en la pasión de Basil. Eran básicamente tres personajes que combinados daban una gran pasión en todo sentido.
   Dice Lord Henry que no existen libros como malas o buenas influencias, no sé aún si creerle, pero si se equivoca, pues dicha historia es una de las peores influencias que leí en mi vida, y aún una tan recomendable y hermosa...
   Las páginas pasaban y las filosofías me marcaban cada vez más. El libro terminó, como todo buen libro termina, dejando un vacio en mi alma que anhelaba por más de aquella pasión, anhelaba aún tener a aquellos seres, poder imaginarlos filosofando de la vida y la belleza a mi lado, sentir sus dolores y sus dudas, pero no, el libro había terminado y ya y poco a poco fui creando en mi mente un retrato, como si yo fuera el mismo Basil y estuviera pintando al ya nombrado personaje, y las imperfecciones se iban notando, sus pecados desde aquel primer día que creyó que podría ir en contra de todo, desde aquel día que dudé de que tan lejos lo llevaría esa idea, desde aquel día, mi cuadro iba cambiando... "magia" le llamarán en el libro, yo prefiero llamarlos "demonios", muy comparables a cada marca que se añadía a la perfecta pintura creada por Hallward.
   Fue solo mucho tiempo después que descubrí las marcas de esos pecados, que descubrí que se podía conversar con esos demonios y aún más tiempo me llevo darme cuenta que no era tan simple como parecía charlar con los demonios por unos días, intentar descubrir las imperfecciones de esa vida no deseada.
   Y es así como todo comienza
   Mi retrato expuesto libre de su lienzo
   Sus demonios a sueltas
   Sus pecados gritados al viento...


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