Inocencia...

Su inocencia era una de las cosas más bellas que fueras a ver en este “mundo moderno”. Su maldad era simplemente incapaz de traspasar La barrera de una inocente diversión.
El mundo era nuevo para él y su expresión de asombro ante las cosas era un poema recitado a carcajadas.
Era una criatura increíblemente inocente viendo todo desde una cajita de cristal, para mí, un juguete que cayó en manos equivocadas, pues aunque su inocencia me pareciera imperturbable (casi como si fuera el personaje completamente perfecto en toda una saga de libros sin ser siquiera el protagonista de esta historia) era tan tentador imaginar esa inocencia rompiéndose de a poco. Pero su caja de cristal lo protegía de  mí, me era impenetrable.
Tan diferente a otro inocente ser que había conocido años atrás, que pudo ser corrompido tan fácilmente que hasta parecía querer ser corrompido, parecía cansado de vivir en esa caja de cristal, cansado de observar el mundo desde afuera.
"influir en una persona es transmitirle un poco de nuestra alma" 
Así me di cuenta como este ultimo ser inocente se convirtió en el demonio que hoy es, o mejor: que niega ser, en los pecados que intenta ocultar. Y, Como buen ser maldito, odia a su creadora, aunque no por lo pecados que cometió estando influenciada por mí, sino porque cometió el peor de los errores, creyó enamorarse.
"Siempre vas a quererme, yo represento para ti todos los pecados que nunca has tenido el coraje de cometer..."
Creyó que el amor existe y es eterno y correspondido, que dulce inocencia aun le quedaba, tal vez no había hecho del todo bien mi trabajo.
Supongo que sufrió, como todo ser que cree enamorarse eternamente de un demonio, y me condeno, en su mente, yo ardía en llamas y sufría como ella creía sufrir. Luego, como es de esperarse, ese sufrimiento se transformo en odio, y así tenemos a otro ser maldito odiando a su creador, pero ya no hay vuelta atrás.
Volviendo al primer personaje inocente, yo quise crear a otro personaje que le enseñara a vivir, que lo hiciera dejar de solo observar el mundo, pero la decadencia de su inocencia quedara para siempre en mi imaginación y su prisión de cristal quedara intacta, pues si yo no puedo obtener su inocencia entre mis manos, ningún personaje en esta historia la tendrá, es la vanidad de los demonios " o es mío o no es de nadie"


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