si hay algo que realmente odio son las personas repetitivas, pero en cada mañana nublada, sentada viendo a la gente apresada pasar, sin notar mi presencia, o la de cualquiera, volvían siempre a mí viejas imagenes, viejas letras, viejos tiempos y todos tenían la misma repetitiva esencia: Ella
en esos dias perfectos para los pensadores, ella era lo único que había en mí. La miraba en aquel cuadro colgado de la pared de mi cuarto, no importaba bajo qué mares estuviera, sobre qué nacionalidades caminara, o qué montañas escalara, yo siempre volvería a Ella.
A ella, aquel ser que se dejó morir para que yo pueda existir, a ella que era mi musa y mi razón, ella quien me atormentaba y me odiaba, pero con el más tierno odio de quien ya lo ha dado todo.
a ese ser al que dedicaba tantas letras, ese ser que escondía dentro de mí, ese ser al que debía mi ser.
Ella que lo había dado todo hasta convertirse en un montón de polvo de todo lo que un día fue y de todo lo que jamás pudo ser, por ella yo escribía y le contaba historias cada noche y trataba de guardar su dolor dentro de mí, intentaba guardar el infierno para que pueda ver el cielo, pero ya la habían quemado tantos demonios, Ya había recorrido todos y cada uno de los circulos del infierno, no había condena que pudiera esconder de aquel resto de su esencia.
A ella que lo dió todo y hoy era solo la sombra de la niña de aquella vieja foto oculta entre mis cuadernos, hoy era solo el polvo de lo que nunca pudo ser.
Ella era la esencia de mis escritos y, como si de un karma se tratase, yo nunca podría dejar de volver a ella...
ass: R. Umbrae
en esos dias perfectos para los pensadores, ella era lo único que había en mí. La miraba en aquel cuadro colgado de la pared de mi cuarto, no importaba bajo qué mares estuviera, sobre qué nacionalidades caminara, o qué montañas escalara, yo siempre volvería a Ella.
A ella, aquel ser que se dejó morir para que yo pueda existir, a ella que era mi musa y mi razón, ella quien me atormentaba y me odiaba, pero con el más tierno odio de quien ya lo ha dado todo.
a ese ser al que dedicaba tantas letras, ese ser que escondía dentro de mí, ese ser al que debía mi ser.
Ella que lo había dado todo hasta convertirse en un montón de polvo de todo lo que un día fue y de todo lo que jamás pudo ser, por ella yo escribía y le contaba historias cada noche y trataba de guardar su dolor dentro de mí, intentaba guardar el infierno para que pueda ver el cielo, pero ya la habían quemado tantos demonios, Ya había recorrido todos y cada uno de los circulos del infierno, no había condena que pudiera esconder de aquel resto de su esencia.
A ella que lo dió todo y hoy era solo la sombra de la niña de aquella vieja foto oculta entre mis cuadernos, hoy era solo el polvo de lo que nunca pudo ser.
Ella era la esencia de mis escritos y, como si de un karma se tratase, yo nunca podría dejar de volver a ella...
ass: R. Umbrae
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