Y mientras
mi mente aun conozca palabras para expresarse, te seguiré escribiendo, pero ya
no te diré las mismas palabras que antes, ya no te amaré como antes, ya no te
llamaré como antes…
Y aunque
mis manos continúen tocando melodías para ti cada noche, ya no serás para mí la
única musa, mi luna más cercana ni mi estrella más brillante.
Serás
siempre esa persona que tantas veces necesité, pero ya no serás la que quiera
cerca de mí por las noches.
Para ti
habrá siempre una sonrisa, pero ya no tendrá el mismo brillo.
Habrá
siempre una carta escrita a mano, pero ya no tendrá el mismo cariño.
Ya no serás
por quien yo vuelva en un domingo de verano cuando menos lo esperes. Ya no
serás en quien piense cuando escuché aquellas viejas músicas. Ya no serás la
causa de mi fingido interés a una película.
Ya no serás
todo lo que un día fuiste, ya no serás todos lo que un día soñé que eras, ya no
serás todo lo que yo quise. Pero serás siempre mi gran dolor, mi mayor cicatriz
y la más difícil lección.
Comentarios
Publicar un comentario