Comprar
libros no te hace lector, y leer no te hace inteligente. Tener la mente abierta
a nuevas ideas no te hace libre. Rebelarte contra los padrones sociales no te
hace un rebelde. Te hace falta analizar, te hace falta realmente ver, te hace
falta conocer.
No puedes
rebelarte contra lo que no conoces. No puedes ser inteligente si nunca has
estudiado. No puedes tener la mente abierta si nunca has analizado las nuevas
ideas propuestas.
No te digo
que veas el mundo a mi manera, porque realmente no quiero que lo hagas, en
verdad que no quiero. Solo conozco una forma de hacerte ver las cosas a mi modo
y es casi tan horrible como mi mundo en sí y no hay vuelta atrás de ello. En
ocasiones es tan aburrido y le quita toda la magia a la vida, es frustrante, es
feo, es… no sé lo que es, pero para bien o para mal, es la única forma que
conocí de ver las cosas.
No digo que
esté mal tu forma de ver, ni que esté bien la mía (por lo que más quiera que
deseo creer que no lo está), no puedo decir lo que está bien y lo que no, pero
si a ciertas alturas de la vida no puedes definir lo que piensas, no puedes
mantener tus ideas o postura frente algún tema o persona; si a ciertas alturas
de la vida no puedes mantener tu propia idea de quién eres y quien quieres ser,
déjame decirte que no eres nadie en verdad. No eres más que otra onda sin rumbo
que se deja arrastrar por la corriente que primero la alcance, sea esta cual
fuere.
No eres más
que aquellos rebeldes sin causa que hacen ruido sin tener nada que decir. No
eres más que aquellos seres que solo son reproductores de lo que ven y oyen
como una grabadora que se ha atascado en reproducción repetitiva. No eres más
que aquellos adultos frustrados que odian la vida y el mundo sin saber por qué,
que descargan sus frustraciones en todo ser que se les aparezca en su camino,
que intentan robar tu vida, porque jamás vivieron la de ellos.
Te hace
falta observar. Te hace falta analizar y te hace falta oír; sentir y conocer.
Te hace
falta aprender a crear tu propia visión, tu propio mundo y tu propio ser, pero
eso, amigo mío, no puede enseñártelo nadie si no eres capaz de notarlo tú
mismo. Y créeme que una vez que lo hayas visto, descubrirás la libertad que da
ser quien realmente eres.
Comentarios
Publicar un comentario