“Ella no necesitaba a alguien que le prometiera un mundo, no quería que alguien le regalara un mundo perfecto. Ella tenía su propio mundo y necesitaba a alguien que quisiera quedarse en su mundo a pesar de las imperfecciones”
Y un día,
por culpa de un error, quizás suyo, quizás mío, me vi fuera de su mundo, de
aquel mundo imperfecto y roto, de aquel mundo lleno de rajaduras y aun así tan
maravilloso.
Aquel mundo
ya había pasado por plagas, guerras y fiestas; banquetes y sequias. Aquel mundo
había albergado gente tan diferente.
Y nunca
comprendí qué es lo que hace su mundo tan especial, nunca supe si su nombre era
real, o si aquellas fotos eran de ella en realidad, o si al menos aquel acento
raro que tenia al hablar era real, pero eso nunca importó, Ella era real y
estaba aquí, es decir no “aquí” físicamente, pero estaba aquí: me hablaba,
revisaba mi perfil y me comentaba sobre mis escritos, y a veces me leía los de
ella.
Ella estuvo
aquí, y por un error, la dejé ir, y pasaron los días sin oír sus relatos, días
sin oírla leer mis escritos, días sin sus mensajes opinando de mis letras.
Y mis
cuentos quedaron sin musa, mis viajes sin rumbo y mis noches sin sus letras…
ass: R. Umbrae
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