LA amé?

Ella era como un volcán, podía ser hermoso o mortal, y era tan imprevisible.
Que si la amé alguna vez?
La amé más que a nada en este mundo, pero de una manera distinta a él. Yo no deseaba su cuerpo, no me importaba sentir su piel, o sus manos sobre la mía; No quería oír sus gemidos o verla ruborizar.
No, no me importaba su cuerpo, si usaba una pollera o aquel pantalón camuflado que a ella tanto le gustaba.
Mucho antes que ella la vida me hizo tocar fondo, caí tan profundo que creí que ya no había salida.
Y entonces la conocí: con su locura incomprensible, su amor por la aventura y el peligro, y su sonrisa, esa tierna sonrisa de niña.
Su locura y sonrisa me salvaron.
Jamás hizo ninguna pregunta, jamás le importó la hora a la que yo le necesitara, jamás puso una excusa cuando necesité que viniera a salvarme. Ella siempre estuvo allí, con su sonrisa inquebrantable.
Nunca supe cómo o por qué, pero ella me salvo, me quitó de aquel pozo que creí sin fin.
Pero yo llegué demasiado tarde a Ella, cuando me di cuenta ya no había salvación para su dolor, o quizá ya no había desde antes de conocerla, Ella estaba tan rota.
Era una niña de trece años cargando con el peso de treinta sobre sus hombros.
Su mundo se deshacía en pedazos, y aún así sonreía, aún así salvaba a todo aquel que se dejara salvar. Aún así conservaba esa risa de niña.
Nunca pude retribuirle el favor de salvarla, pero si la amé? Ella llegó a ser mi Ángel; mi amor por Ella estaba sobre cualquier cosa.

Si, la amé, la amé más que a todo en esta vida…


Comentarios