Léeme

-leeme - le desafié y me miro clavando su mirada en mi alma.
-crees que no puedo? - pregunto aceptando mi desafío.
-leeme - repetí, sonriendo, disfrutaba los desafíos y su mirada desafiante era simplemente deliciosa.
-Te gusta confundirme, te diviertes - comenzó a decir, acercándose a mí -me lees no solo mirándome a los ojos, no solo observando mi lenguaje corporal, me lees cuando estás sola, en mis letras, los recuerdos que tienes de mí - hizo una pausa para observarme - en las letras de otros autores me lees y te lees.
Había dado en el blanco y yo reía, como siempre, jamás se lo admitiría, pero no podría negarlo, mentir para confundirlo no era mi estilo, prefería callar y reír como si todo esto no fuera más que un chiste, un simple juego.
-Me lees y te lees en mis letras, te buscas en ellas, nos buscas y seguirás riendo porque no admitidas nunca esto.
Maldito niño, pense mientras aún reía y lo observaba desafiandole a mas.
-te leo? - me sonrió con maldad y esa mira mirada que era como un dulce para mi. Esos ojos fuertes de café se acercaron a desafiarme.
Perdí. Esta vez el jugaba y yo era el juego.
De un movimiento me había hecho jaque.
Esta vez había ganado.
Esta vez.

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