Tus labios

Qué si alguna vez te escribí???
Pensé ahora sola en mi cuarto. Había papeles arrugados por el piso, y algunos escritos desordenados sobre la cama y todos tenían tu nombre, incluso la pequeña servilleta en la que te escribí aquella misma tarde en la cafetería.
"Tus labios me sonreían, tu piel me llamaba, tus ojos me hablaban.." Así comenzaba diciendo la servilleta, escrito con tinta rosa que me había prestado la camarera. Tomaba de a sorbos mi café, sola con una porción de Cheesecake y la lapicera corría sobre el papel
"...y yo aqui, encadenada, presa de mis pensamientos, sin poder hacer nada." Continuaba, y el humo del cigarrillo dibujaba tu rostro, observándome preguntándome nuevamente si alguna vez te había escrito algo
"...y yo aquí, encadenada, esclava de mis deseos. Tan cerca de tu piel y sin poder rozarte." Mi mente seguía divagando en tu rostro, tu espalda, tus manos, tu piel, su suavidad.
"...Mi mente te llama, grita tu nombre, quiere que me beses, que me abraces, que debores mi piel con las mismas ansias con las que buscas mis labios." Allí terminaba aquel pequeño escrito en la servilleta
Y mi mente volvía a caer en la realidad, en mi soledad, en mi cuarto, deseando tus labios, tus besos, tus manos.
El aroma a café inundaba todo, y el humo del cigarrillo dibujaba tus ojos, mirándome, cuestionandome, desafiandome a dar rienda suelta a mis deseos, a mis ansias de devorarte, de que me debores, dejarte recorrer mi piel con tus manos y tu bocam
Tu mirada y tus caricias estaban ahí, desafiandome a obedecer a mis impulsos de recorrer tu piel, morder tus labios, sentir tu suavidad.

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