carta a un amor que voló con la brisa del mar

Hace algunos dias que todo me recuerda a ti, ¿cómo estás? Mi vida va un poco mejor, aun con sus altos y bajos, pero mi sonrisa, aquella tan diferente, aun te piensa, aun te recuerda, pues a pesar de todo, y aunque nunca he de volver, un día te dije que siempre te querría, y sí, aun hoy te quiero, se lo recuerdo cada atardecer al viento.
Sé que has viajado, ahora estás donde más te gusta, lo supe hace algunos días y aun pienso en ti.
No sé si aun te acierdas de mi, si aun me piensas o, si al menos, aun lees mis letras. Pero si todavía, de vez en cuando, encuentras mis palabras recorriendo tu camino, mándame un mensaje con la brisa de la mañana,solo cuéntame, hazme saber, ¿eres al fin feliz? Pues, a pesar del tiempo, la distancia y el silencio, yo aún pienso en ti.
A pesar de que jamás vuelva, que ya no escuche tu voz, que ya no te sonría al despertar, aun te pienso, aun te quiero y aun te debo mi más sincero agradecimiento.
A ti, que me enseñaste a confiar.
A ti, que me enseñaste a querer.
A ti, que me enseñaste a perdonar.
A ti, que me enseñaste a olvidar.
A ti, que me enseñaste a decir adiós.
Aunque ya no lo vuelva a hacer, aunque ya no te vuelva a ver, jamás te podré dejar de querer.
A ti, a quien una, y mil veces más, le dije que nunca querría a nadie igual. A ti, que pensaste que mentía y que exageraba al decir que a pesar de cualquier dolor nunca te dejaría de querer.
A ti, la única persona de quien alguna vez, con gran dolor, me despedí. 
A ti, que me enseñaste a amar aquella vieja pelicula, a encontrar mi voz en mis poemas, a sufrir mi propio dolor antes de querer sanar.
A ti, y solo a ti, dedico este último adiós.

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